EL HOMBRE DE AYER
Y ellos se miraban como niños ingenuos y con ilusión,
Fusionando sus cuerpos
Con un insospechado ritmo sobrenatural
En el que sus almas se unían
Perdidas en la oscuridad.
El la miraba
Y ella profundizaba en su mirada misteriosa,
Que la hacía detener en el tiempo.
Sus cuerpos hablaban sin descifrar palabras
El ruido desaparecía
Con un fondo translúcido
Que incitaban al amor.
Ese día, se vieron sin sus vestiduras
Se desnudaron,
Ella lo descifrò y lo deseò con locura.
Lo desprendió de sus miedos y prejuicios
Abrazò su pasión y lo entendió
Sonrojò su cuerpo y abrazò su alma.
Apreció el niño del ayer
convertido en hombre
Sus manos limpias, su cuerpo sutil,
Y sus brazos fuertes.
El la abrazò
Y ella durmió en su règazo,
sintiendo el ritmo tranquilo
Y excitante de su corazón.
Se perdieron en el tiempo,
Pero sus vidas lograron coincidir.
Ella lo amò con ilusión
Lo curò y el la hizo brillar
Como una estrella firme
dentro de cielos nublados.
Ese fue el hombre,
quien amò aún con cicatrices,
las curò y las desvaneció
junto a una estrella
Que siempre brilla en la oscuridad
Cuando la ve en el firmamento.
Esa fue y será su ilusión,
mientras ella desde el cielo lo observa
extrañándolo y amándolo
Reservando un espacio
en su sueño eterno de amor.
….
Ese fue el hombre de ayer
¡De quién me enamoré!
Autor: Edna Lizbeth Romero Ruiz, Certificado de Registro Obra Literaria Inédita Registro Nº 10–961–126, del 19 de marzo del año 2021, Dirección Nacional de Derechos de Autor del Ministerio del Interior y de Justicia de Colombia. Contacto elromeror@gmail.com Celular (+57) 3114750127